domingo, 16 de agosto de 2015

Poema a un bolígrafo

Díselo tú, que hablas con tu sangre.

Díselo tú, que dices lo que quieres.

Con tu rojo, si es lenguaje enamorado.

Con azul, si es poesía, regalo del cielo.

Tu negro, la noche misteriosa su pelo.

Dile que le quiero con mayúsculas.

Dile que le amo como no está escrito.

Llévale en tu tinta, el secreto de este gran verso...

Tú, manejado con pasión, desprecio ó fervor.

Útil en el silencio callado,

gritando sentimientos de corazones rotos.

Vivo si te cojo, muerto si te espero.

Feliz, agitado, contra el papel: tu amado.

Triste, apagado, si en el estuche te guardo.

Agradecido sonríes, cuando bailas en mi mano.

Adivino en mi memoria, queda poco que contar,

se te acaban los recursos de esta vida, debo terminar.

Viejo y cansado, ahora estás, pues dijiste demasiado.

Vacía el alma tienes ya. Moribunda, fría y pálida,

bajo tu cuerpo transparente y de cristal.




2 comentarios:

  1. Sin palabras, cuantas cosas que nuestras voces callan, nuestras mentes gritan y nuestros bolis plasman...
    ¿Para ser leido? tal vez si, tal vez no, pero quedan escritos, a veces se releen y se quedan, otras son destruidos.

    Enhorabuena! es un gran poema

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    1. Gracias Javier!! :D

      PD: Intenta conservar tus creaciones, aunque sea en el cajón más recóndito y sombrío.
      Y si llegase ese último momento al que te refieres, dando fin a tus escritos, regálaselos a alguien (me pongo a la cola en la lista) pero por favor, no destruyas esas pequeñas partes de ti...

      Un fuerte abrazo!

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