- Olvidas lo primordial solo por el trabajo que te cuesta acceder a ello.
- ¿Y qué es eso tan importante que no estoy viendo? - ¡Tú! ¡Tú mismo!
Quizá sea el miedo, el que ahora te impida hacerlo.
¿Acaso temes enfrentarte a ti, como nunca antes lo habías hecho?
Cuando hablamos de
emociones, sentimientos y relaciones, nos resulta más fácil centrarnos en
aquello que tenemos enfrente o vemos a nuestro alrededor:
Parejas que se toman de la
mano, besos inesperados en un vagón, canciones dedicadas deambulando tras las
ondas de una radio, mensajes románticos decorando las paredes o incluso el
asfalto de una calle por la que paseas a diario.
Y es que aunque muchos se empeñen en mostrar lo contrario, el amor sigue
dando significado a todo cuanto nos rodea.Sin embargo, hay un misterio que nos envuelve. Dificultando el hecho de percatarnos del amor más grande y poderoso que existe.
Ese amor por el que eres
capaz de mantener tu mirada y pensamientos fijos en la pareja que se da la mano
o en los besos aireados en tu vagón de metro.
El mismo que aporta luz a
tu verdadera identidad, cuando disimulas tu desasosiego al escuchar la música en
la radio.
Un amor alegre que se encuentra en el origen de toda creación y te ayuda
a leer en un lenguaje urbano los mensajes y señales encontrados a cada paso.Y no importa que desconozcas la frecuencia o la intensidad de esas muestras que llamaron tu atención. Porque todo lo que percibiste de otros durante el día, ya no existe. Simplemente fue el reflejo en un momento dado, del sentimiento que crece en ti, trascendiendo las dimensiones de tiempo y espacio.
“No se trata de perseguir lo que no tenemos.
Se trata de comprender que la felicidad depende
de lo que sucede, de la piel para adentro.”
-Jorge
Bucay-
Nos
queremos al alcance que podemos y así queremos también a los demás.
Para poder amar en las mejores condiciones primero tienes que saber muy
bien cuáles son las tuyas.
➤ ¿Qué ocurre cuando sumamos importancia al estado civil y se la
restamos a nuestro estado emocional?
Centrarte más en una situación sentimental que en trabajar tu alegría, serenidad o felicidad, solo hará que algunas emociones desequilibren la balanza de tu bienestar.
Buscamos
una pareja e intentamos fortalecer un amor en común,
cuando lo que realmente necesitamos
es encontrar y fortalecer nuestro amor.
➤ La persona más adecuada para mí.
Hay
relaciones que sólo duran lo que dura un viaje en tren.
Otras, el número de palabras que contiene una poesía, los minutos que
bailan en una canción o el primer redoble de tambores de tu mejor Semana Santa.
Incluso las hay tan fugaces
como el trayecto de una estrella al cruzar tu horizonte. Y tan efímeras como el
sueño intermitente de una noche de verano o como lo que permanece escondido en
un abrir y cerrar de ojos.
Sin olvidar aquéllas que exclusivamente duran el mágico instante de un
suspiro. Y aún por muchos que hubiera, nunca después se sabe.
Luego
está esa otra relación fiel, sólida y fructífera que dura toda tu vida.
Una relación basada en el
conocimiento, admiración, comprensión, respeto y apoyo diario.
Ésta precisamente es la que
más debes cuidar.
La que alimenta tu corazón
como nadie sabe hacerlo. Por la que luchar para lograr tus mejores momentos.
Un mano a mano diario con
el coraje que te ayuda a superar todas tus derrotas, mostrándote que en
realidad nunca son de nadie más.
Una relación de vital importancia por la implicación que supone en tu
búsqueda de victorias. En la que mejor podrás invertir tu tiempo sin miedo a
nada.
Solo asegúrate de ser
flexible, abierto, permisivo. De lo contrario esta relación podría
deteriorarse, o peor aún, fracturarse.
Para que esto no ocurra, revisa tus expectativas y reflexiona sobre tus
preocupaciones y esperanzas.
👉 Recuerda que puedes ser tu mayor freno o tu mayor impulso. Tú decides.
En definitiva, el amor más poderoso
reside dentro y no fuera de nosotros.
Y para poder deleitarnos con los paisajes de otros, antes debemos haber
comprendido y disfrutado de los nuestros.
Por lo tanto, no es cuestión de encontrar a la persona perfecta
sino de
descubrir que la persona más adecuada ERES TÚ.
Así que aprende a valorar el maravilloso material del que estás
hecho.
Porque la mejor relación siempre será la que hoy tienes contigo
mismo.
¿No crees que es éste el
mejor momento para comenzar a dedicarte ese tiempo, que quizá durante años te
fuiste reclamando?
Es hora de recuperar tu
esencia. Permítete ser lo que hasta ahora no te habías dejado.
Incluso si aún te cuesta
reconciliarte con las agujas del reloj,
ésta será la única relación, a la que
siempre podrás llegar a tiempo.
❤
Amor: La mejor relación |
PD: Gracias por amarte.
Artículo publicado en Expocoaching Magazine.