martes, 27 de junio de 2017

"El amor es la única y la última respuesta"

Sumergidos ya en una nueva semana y habiendo dejado atrás la de mi cumpleaños, hoy es el mejor día para volver, para ayudar, para colaborar, para amar y para regalar.

Podría compartir lecciones que aprendí durante mi breve paseo de 40 vueltas al sol.
Un paseo en el que me acompañan personas de luz y en el que siguen apareciendo otras no menos brillantes, sorprendentes e indispensables para compartir la vida. Personas nobles, que a diario luchan con sus demonios a escondidas, sin que les vea nadie. Personas privilegiadas en marcos sencillos. Pues la grandeza no siempre viene tras un pellizco gigante, en ocasiones llega de la mano de la sencillez, de la humildad y del amor más puro.

El año pasado cedí mi deseo de cumpleaños a alguien muy especial, que llevó por bandera aquella antigua inscripción que aparecía en los relojes de sol. La misma que hoy nos recuerda que estamos vivos. 
Lo que ignoraba era la dimensión de su poder, algo que cada día y con admiración voy descubriendo.
Gracias A.M.Npor acercarme de nuevo, a la mejor filosofía de vida que podría tener aquí y ahora,  

"Memento Vivere" 
Porque nosotros te estamos viviendo.
Qué paradoja ¿verdad? 
Cuando nosotros te vivimos 
¡tú nos revives!


Una vez más lanzo mis palabras, para que lleguen a esa parte del Universo que todavía desconozco y me fascina, allá donde todo aún es posible y se cumplen los sueños. Allá donde no hay tiempo, ni forma, ni medida. Donde como un boomerang llega íntegro lo que lanzas, para luego serte devuelto con más fuerza.

Inevitable saber que voy cumpliendo años, como certero que no me alejo de la niña que soy, solo crezco.
Y con ellos, voy sumando besos, caricias, miradas, te quieros y abrazos.

Me dijeron que así no nos hacemos viejos ¡Nos hacemos grandes!

Podría compartir tantas cosas... Que de todas ellas, hoy prefiero regalaros la carta.


"EL AMOR" 

"Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad, también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo. Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación. 
Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. 
Esta fuerza universal es el AMOR. 

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo, 
olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas. 
El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. 
El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. 
El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos y permite que la humanidad 
no se extinga en su ciego egoísmo.
El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios. Y Dios es Amor. 
Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. 

Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo. 
Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. 
Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo, puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites. 
Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiese que en él habita, el amor es la única y la última respuesta. 

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. 
Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor, cuya energía espera ser liberada. Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, 
querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida. 

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, 
que ha latido silenciosamente por ti, toda mi vida. 

Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, 
necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta. 

Tu padre: 

(Carta de Einstein a su hija)


lunes, 27 de febrero de 2017

“La muerte no es triste, lo triste es no saber vivir.”

Entonces sucede aquello que no habíamos planeado, algunos dicen ver las orejas al lobo… 
Pero en realidad ¿qué ocurre cuando los minutos empiezan a contar en sentido contrario a las agujas del reloj? ¿A qué tememos en realidad en ese instante fugaz e interminable a la vez? 
Cada cual podrá reflexionar sobre ello las veces que haga falta, pero no quizá el tiempo que necesite, porque a veces, simplemente no hay tiempo. 
Por eso hoy te deseo tiempo y conciencia, un regalo para descubrir, aprender y poder actuar en consecuencia.

Querido Pablo:

Decidiste recoger tus cosas y ya te has marchado. No sin antes haber sembrado tu ejemplo sobre una tierra ávida de fe y esperanza.
“Se puede salvar vidas, crear conciencia y dar amor sin recibir nada a cambio, sin pedir dinero, sin gastos inútiles, sin mentir... Simplemente actuando con el corazón.”
A día de hoy, todos sabemos que tu lucha no ha sido en vano. Nos has enseñado que las redes sirven para algo más… Consiguiendo más que cualquier campaña solidaria y aún estando al otro lado, continúa tu riego de conciencias sobre posibles donantes de médula que aquí se quedaron.

Querido guerrero… tu fuerza, motivación, entereza, aceptación y optimismo, siguen brillando en tu ausencia. Mañana quizá el eco de una constante lucha y superación también lo hagan.
¡Admiro a personas como tú, que hacen replantearse a muchos, de la noche a la mañana, su concepto de héroe! ¡Y cómo así sus circunstancias pueden traer un nuevo sentido a la palabra!
¡Admiro a quien puede sumergirse en la lucha, pelear sus batallas, compartirse con el mundo y hacer de su historia la mejor!

Querido amigo… Supiste saborear la vida cuando afligida te anunció sus últimos tragos.
Me resulta curioso que te avergonzaras cuando se te otorgaba importancia… ¡Si somos nosotros quienes deberíamos avergonzarnos! Por empezar a vivir, justo al descubrir que nos hallamos ante ese último tramo, del que ya no se puede retroceder.
Cargado de fuerza recorriste el camino, sin saber que la vida te presentaba un atajo. Y entonces quisiste evitarlo, pero sólo las almas grandes dejan vacíos iguales.

Querido maestro… ¡un genio en las fórmulas! Pues restando tu vida, sumaste y multiplicaste. Siempre fuerte hasta el último momento.
La vida que emprendiste, continúa. Tanta vida que regalaste, seguirá fluyendo como merece, entre todos aquí abajo.

Tu labor incrementó extraordinariamente las donaciones. Y cuando alguien consigue eso, es porque tras él siempre hubo un propósito muy claro.
Compartías tu vida, ofreciendo más vida a quienes compartían tu historia. 
Déjame decirte, Pablo: Para mí has ganado una batalla que otros han dado por perdida.


“Amad todo lo que forme parte de la vida.”

Y como parte de la vida, también es la muerte... No hay finales, sino nuevos comienzos. 
Amemos lo que hoy tenemos, lo que llega y lo que se va. Amemos HOY con todo nuestro ser. Amemos el presente y ¿por qué no? con cada uno de nuestros sentidos soñemos un mañana mejor, sin dejar de amar el ayer. Amemos con el corazón lo que late en el otro y lo que sigue latiendo de él en nosotros. 
No hay combates desaprovechados, si las huellas que dejas, hoy las perfilan extraños. 
No hay clamores al cielo, porque allí de donde venimos, allá regresamos.
Dejar aquí el sudor de tu lucha, es llegar arriba con los deberes bien hechos.




“Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más paz, 
demos la mejor versión de nosotros mismos. 
Demos gracias a la vida por darnos el gran lujo 
de poder despertarnos cada mañana, 
seamos más agradecidos.”

Querido Pablo… Gracias por cerrar tantos miedos y abrir más conciencias. 
Por lucir el vestido de la serenidad en tu mirada, al saber todo lo que nos has dado. 
Por reparar en lo importante y advertir a medio mundo de ello.


Que no se nos indigeste la eternidad. Que no nos atragantemos con las prisas, 
ni que un rezagado empujón de la vida nos lance directos al precipicio.

Querido guerrero… Llegó la hora de despojarte de tu pesada armadura y de retirarte a descansar tras una dura jornada. No te preocupes por tu lanza, la conservaremos como oro en paño para lidiar nuestras propias batallas, no muy dispares a las que reflejaron tus ojos y nos guiaban.

Querido amigo, gracias por abrir la cancela de la moral y la ética y echar el cerrojo al desánimo.
Impresa en el viento queda tu sonrisa constante y guardadas en un cofre, todas las lecciones.


Permíteme que hoy, en este espacio, suscriba tus palabras:


“Ánimo a todos los que estéis en una dura batalla. 
Ánimo a todas las familias que estén pasando una dura batalla. 
Ánimo a los que hayáis perdido a un ser querido, 
todo pasará y todo llegará. 
La muerte forma parte de la vida. 
Por lo que no hay que temerla, sino amarla.”

¡Hasta siempre campeón!


“La muerte no es triste, lo triste es no saber vivir.”
Pablo Ráez Martínez.
1996 - 25/02/2017 (20 años) 
Marbella.