"Y de nuevo
llega a mi reloj
esa trágica
hora del día,
donde sin pudor
comienzan a adivinarse
sobre tu cama,
las primeras líneas curvas
de mi cuerpo,
hechas poesía."
Un legado álmico sobre la Felicidad. Una hermosa búsqueda de la Esencia a través de enseñanzas codificadas del alma. Un mágico encuentro con un Ahora fugaz, que tan solo consiguen disfrutar quienes llegan a cruzar la puerta. Esa misma que desde hoy para ti voy a dejar abierta.
Buenos días María.
ResponderEliminarLos regalos poéticos se otorgan y se reciben entre quienes agradecemos ser invitados a dar ese mínimo salto trascendental que nos aparta del tedio mundano, y que nos permite sumergirnos en la brevedad del lenguaje que acaricia el entendimiento.
Transfieres a tu poesía una dosis contenida de erotismo refinado, de prudencia carnal, de pasión que aguarda desbordarse entre gozos discretos. Tu poesía es un dibujo sencillo que cobija el anhelo incipiente de esos colores vigorosos que vivifican sutiles vehemencias.
Te regalo mis lágrimas.
Que son mínimas
verdades cristalinas
de mi cuerpo fluido.
Gotas que se exilian
de mi calor triste.
Prodigios breves
de lluvia templada
desde nubes íntimas.
Sobre mi piel y la tuya:
inmaculadas tierras
donde germinan nuestros anhelos.
Gassho.
(Hoy te recomiendo Gymnopédie No.1 de Erik Satie)
Buenas noches Carlos!
EliminarEs impresionante cómo, sin conocerme, has descrito quizás una parte de mi. Y es que tal y como percibes este breve poema, así puedo ser yo.
Una vez más, tus palabras crearon ese halo de misterio ante quien las recibe...
La composición de Erik Satie, exquisita!
Gracias!