para que nadie nunca pudiera sentirse solo.
Una noche se vio reflejado en ese espejo
que le impulsó a despertar,
así recorrió el camino del amor.
Había manifestado desde lo invisible
y proyectando en el cielo, a conciencia la creó.
Definitivamente, ella era su pareja ideal.
No era su media naranja... era su luna llena.
#Microcuento "Mi media naranja, que no es naranja ni media"
![]() |
Fotografía: María Olivares |
No hay comentarios:
Publicar un comentario