El mío: Que la luz siempre te acompañe, pues de ese modo, tampoco a mí me faltará esa llama que alumbre sin descanso cada puerto recorrido.
Fuiste mi punto de partida, una emocionante aventura, ese rayito de inspiración que alentó cada palabra que dio forma al primero de mis sueños.
Tu gran familia te adora, tanto los que hoy aquí te acompañan, como aquellos otros que, de una forma mágica, siguen presentes en cada creación, en los suspiros, en una voz, en un sueño, en una caricia, en una melodía, en un "te quiero"... en tu corazón.
Aprendí de ti lo que no estaba escrito.
Mi bandera ya dejó, de ondear a tientas el viento, proclamando ahora un amor sabio, calmado y certero.
Perder los miedos, vivir el momento; Amasar con tus propias manos esa libertad que disfrutas, cabalgando a lomos de un bonito recuerdo...
Dejé de guardarme las ganas y de apartar la ilusión. Ahora sé que la genialidad de nuestra esencia, se esconde tras todos los miedos.
Sin pretender extenderme demasiado, sólo quiero celebrar tu trayectoria en mis pasos, tu "casualidad" en mi vida, tu presencia en mis actos.
"Que sigamos fabricando sueños, que con los años, hacemos eternos".
¡Muchas felicidades y muchos más éxitos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario