lunes, 1 de junio de 2020

¿Te está costando dejar algo atrás? No sueltes. Entrega.


"Llegará un momento en que creas que todo ha terminado. 
Ese será el principio." 
Epicuro.


En Abril empecé a conocer a nuevas personas que trabajaban con la energía, buscando un equilibrio personal para poder hacerlo así extensible al mundo.
Charlas, meditaciones, testimonios, lecturas, ejercicios, experiencias.
Un lugar dirigido por la generosidad, donde se han estado sembrando semillas mágicas en un espacio-tiempo aún difícil de contemplar, pero tan real y existente como nosotros mismos.
Una escuela de presencia donde hemos compartido como niños.
Y desde ese espíritu de niña, agradecí sentir las lágrimas de quienes se aferraban a una vida que se estaba cayendo, como un riego perfecto, que de forma imprecisa hizo crecer nuevos brotes dispuestos a dar frutos inimaginables.

Soltar es lo que más cuesta. Despegarse de lo vivido.
Dejar atrás un pasado inexistente en tu presente.

¿Te está costando dejar algo atrás en tu vida?

¿Sabes lo que a mí me ha funcionado, haciendo más fácil el proceso?
Cambiar el concepto de "soltar" por el de "entregar a la luz".

Soltar implica deshacerse de algo y en ocasiones abrir la puerta a la incertidumbre en tu vida.
Si no has trabajado el pilar de la confianza podrías sentirte inseguro o vacío por un tiempo indeterminado.
En cambio, entregar te otorga la fuerza necesaria para dar el paso con la confianza de estar poniendo lo que sueltas en poder de una fuerza mayor que actuará a favor de todo.

Piensa que la vida va a tocar con su luz todo aquello que necesita ser transformado. 

Lo hemos pedido durante siglos. No temas al cambio.
Se nos devolverá solo aquello que vibre con nuestro nuevo YO.
No esperes lo mismo que tenías antes. Tampoco lo necesitas.
Toda energía se está transformando.

Es momento de transición.
No resueno con esa nueva normalidad de la que todos hablan.
Siento que la normalidad siempre estuvo sobrevalorada.
Vibro más con un NUEVO TIEMPO.
No sé cuánto durará este tramo.
Y quizá se trate de eso, de saber menos y de aprender más.
De integrar y manejar nuevos términos que estamos edificando en nuestro corazón, para transformarlo todo.
De comprender la presencia. No la de otros, sino la tuya propia.
Quizá es momento de descubrir el amor. No el que te has fabricado en base a otros, sino el amor que eres.
Puede que no sea la distancia entre dos, sino la distancia entre tu mente y tu alma la que has descubierto que más duele.



Imagina que tu casa es una ruina. 
¿Construirías tu nueva casa sobre esas ruinas, sabiendo que terminaría cayéndose de nuevo?

¿Y si dejas caer todo y empiezas a construir desde lo inédito en un terreno sólido y bien cimentado?
Tienes la experiencia, los aprendizajes y el amor más grande para poder hacerlo.


Vamos a seguir amando, queriendo, sonriendo, creando, soñando y 
proyectando desde lo que somos. A pesar de todo y gracias a ello. 


▶ Recuerda que no es el final de lo que conoces, solo el principio de algo reciente que ya estamos componiendo.

▶ Trabaja la confianza en tus capacidades y valores hasta convertirlos en una roca.
Por los fuertes vientos que en cualquier momento puedan llegar.

▶ No estás en este trecho del puente por casualidad.
Deja de pelear con tu mente y siente desde tu SER más profundo que por fin todo está en orden.


Y lo más importante:
Que no te arranquen de ti. 
Que no te arranquen de lo que ya eres.
💎


Un abrazo extensible de luz.
No estás solo. 😉