miércoles, 3 de agosto de 2016

Sobrevivir a un mundo de espejismos

Destino vacacional 2016: Pokémon GO, Ciudad de cazadores.

Este año se acabó eso de ir a la playa para desconectar, disfrutar de un buen baño, pasear tranquilamente por la orilla del mar o relajarse al sol. Con esta reciente tendencia virtual, puedes tener tu mejor verano, cazando pokémones entre caracolas por la arena.
Si prefieres la ciudad y sales a buscar monstruos urbanitas de bolsillo, la oferta incluye descubrir monumentos de la localidad, museos y lugares históricos que tiempo atrás pudieron pasar inadvertidos para ti.
Los asiduos a la pesca, que antes disfrutaban con enormes lucios, desdentadas carpas, oscuros barbos, infinitos siluros, etc. Seguramente ya puedan acceder a una especie de última generación en sus ríos y pantanos.
¿Se replantearán con esto, los cazadores profesionales sus costumbres y comenzarán a simpatizar mejor con estos originales seres de colores?

Sorprendentemente esta aplicación además ayuda en las causas perdidas. Los que anteriormente ni se acercaban a una iglesia, este mes pueden pasar por feligreses que comulgan, si quieren conseguir diana y premio.
O incluso ir a un gimnasio, si es que nunca antes se lo habían planteado.

Pero no es oro todo lo que reluce tras esta incipiente aventura y creo que esta nueva modalidad de hacer turismo, igual resulta un poco "cara". Excluyendo gastos extras de batería, MB alcanzados, energía desgastada y suela de los zapatos. Que todo esto ya podría ser suficiente para acabar con la paciencia de cualquiera y el presupuesto considerable de un humilde bolsillo...
Algo que ya está ocurriendo en algunas partes del mundo, es que pueden localizarse criaturas misteriosas hasta en propiedades privadas.
Si no teníamos suficiente con temer la visita indecorosa de un ladrón en fechas estivales, ahora inventan otra variedad más, por la que doblar la seguridad en nuestras casas: Los cazadores de Pokémon.
Virgencita, virgencita... ¡que nos pillen confesaos!

Como diría mi madre: "Lo que no inventen los chinos..." Porque está claro que a un andaluz no se le ocurriría soltar a una mascota, por imaginaria que fuera, a las 4 de la tarde alrededor de la Mezquita o en torno a la Giralda, en pleno mes de Agosto... Ni qué decir, que la captura podría ser mortal.

Haciendo honor a esta inteligencia sobrehumana, procedente de países orientales (o vete tú a saber) y tirando de serie, ya podrían inventar una App más útil, que nos alertara cuando un ladrón estuviese cerca y no un pokémon incapaz de robarnos el bolso.

Pero voy a ir más allá... ¿Y si hubiese alguna intención oculta tras esta reciente moda?
Cuando antes solamente le podía interesar a tus padres o a tu pareja ¿quién más especula ahora sobre tu localización, mientras haces uso continuo del GPS?
Es más ¿con qué finalidad creerías que controlan las posibles ausencias de tu vivienda? ¿En serio se trata exclusivamente de seguir enriqueciendo bolsillos o hay quién conspira también tras este universo virtual?
Y a estas comprometidas cuestiones, me atrevo a sumar algunas otras reflexiones, por supuesto siempre desde el respeto.
Me parece increíble cómo un gran número de jóvenes hoy en día, ni siquiera intentan trabajar la capacidad que controla sus emociones y en cambio, están preparados para viajar a través de ese cosmos ficticio, que se esconde tras las pantallas de sus móviles y así adiestrar a distintas especies de pokémon, con el fin de crear ejércitos y ganar batallas.
Entonces es cuando, ingenuamente me sigo preguntando ¿Y qué pasa con vuestras batallas? ¿Quién os adiestra a vosotros, para que podáis ganarlas?

Por cierto, una aparente ventaja de este "pack vacacional"... ¿No te gusta tu nombre? Pokémon GO te da la oportunidad de crearte una nueva identidad, con la que empezarás a recorrer tu otro mundo paralelo. ¿No te satisface tu existencia? ¡Configura otra! Así de fácil y de inquietante a la vez.

Cuando todavía hay quienes no distinguen bien entre realidad y fantasía, llega a nosotros un nuevo concepto: realidad aumentada.
Sin embargo ¿Qué ocurre cuando se nos permite ver una realidad mezclada con un elemento de ficción a través de un teléfono inteligente y el usuario es menos inteligente que su propio dispositivo? ¿Podría su realidad volverse contra él y terminar siendo un riesgo para su desarrollo, alterando a su vez la tranquilidad de quienes le rodean? No sé tú, pero mi respuesta la tengo clara...
¿Faltaban adicciones en la calle? Pues igual en poco tiempo los psicólogos sonrían, al ver un incremento de pacientes en sus consultas, con una posible estrenada (que no estresada, aunque también) oleada de pokeadictos.

¿Dónde quedaron aquellos otros juegos en la calle, 
exentos de tanta tecnología ocupando nuestras manos o invadiendo nuestras mentes, 
donde nos podíamos mirar a los ojos atentamente? 
¿A dónde fueron las quedadas de amigos, para contarnos historias, 
verdaderas hazañas o simplemente reírnos? 
Hoy se queda con desconocidos, a los que ni siquiera hace falta mirar a la cara, 
para vivir una experiencia irreal, tras una devoradora pantalla. 
Mientras los nervios, la codicia y la ansiedad aparecen 
por querer capturar a otro pokémon más, 
yo sigo prefiriendo aquel popular "piedra, papel o tijera".

Sólo una advertencia: 
Tengan cuidado por favor y miren a ambos lados, 
antes de cruzar la calle.

Firmado: Una usuaria de la Vida*.

*El único juego al que estoy realmente enganchada y por el que también batallo 
para superar sus distintos y emocionantes niveles.


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