domingo, 15 de mayo de 2016

Gente como tú es la que quiero a mi lado

Me gusta quien renace y remonta el vuelo como Ave Fénix.
Quien solo con mover un dedo, provoca huracanes de emociones a su alrededor.
Quien afrontando circunstancias desfavorables, consigue cambiar el rumbo de un viento poco alentador.
Quien tras el inesperado sueño de una noche trágica, se transforma en un ser invencible.
Despierta y despertando al mundo, se lo pone por montera sin necesidad de trucos.
Quien saca fuerzas de donde no creía, para coser sus heridas y tejer una nueva realidad a su manera. Quien contra todo pronóstico aumenta su esperanza y a la vez, la de todos los que le rodean.
Quien con su abrir y cerrar de ojos acaricia el alma de quien le observa. Y con la magia de su corazón inspira a humildes poetas e implica en su lucha, incluso a desconocidos que posiblemente en lugares remotos ya conoció.

Me gusta quien valiente construye un puente y borra el abismo, que la distancia dibujó entre dos o más ciudades.
Quien utiliza la noche para reponerse y el día para recuperar lo perdido.
Quien se hace un nudo con su coraje, se amarra fuerte a la vida y decide no volver a soltarse.

Me gusta quien dándole una patada a todas sus inseguridades, consigue también de un golpe, alejar las tuyas.
Quien sin ser profesor, ahora da las mejores lecciones a cualquiera que le acompañe.
Quien sin hacer alarde de su amplia generosidad, te regala una fe inconmensurable, un día normal en el calendario.
Quien desde su sitio y sin que te des cuenta, cuando tus ánimos sin avisar flaquean, actúa sin esfuerzo de terapeuta.
Quien toma el punto final que ofrece la neutralidad de un médico y lo sustituye por una coma, para seguir escribiendo... Quien resurge y cambia la incertidumbre de una época, por la certeza de querer seguir viviendo.

Me gusta quien con esa música celestial que esconde dentro, se descubre creando melodías con sus dedos...
Quien le planta cara a su suerte, imponiéndose ante sus inoportunos desajustes. Y aunque le rompa el miedo, no se abandona, para no dejarte... Se enfrenta al dolor, sabiendo que contigo, tiene una luz el consuelo.

Me gusta quien sin saber ya sabe, que vida solo hay una y que sólo a ella, hay que aferrarse.

Quien actúa al límite de sus posibilidades, con la tranquilidad que da la confianza de haber hecho lo correcto en cada caso, aunque en los demás, rebose la línea del entendimiento y sus razones.
Quien es capaz de escuchar el mensaje que trae su corazón, en un mundo lleno de ruidos y sin sabores.

Me gusta la gente que, tras un largo, incluso puede que divino viaje, vuelve y viene a quedarse.
Gente valiente que no se quiebra ante la adversidad, capaces de reconstruir el mundo que la vida les destruyó, tan solo con las ganas de querer hacerlo.
Gente única, decidida a sacudirse el polvo tras la más dura caída y seguir adelante. Gente admirable dispuesta a brillar en un mundo, que viste a diario con ropas cobardes.
Esa gente que marca al borde de su precipicio un antes y un después y toma ese instante crucial, a modo de trampolín hacia la verdadera esencia de su ser.
Gente que te cambia, simplemente porque... su vida ya cambió.

Y entre mi fortuna encuentro a este tipo de personas... Quien te provoca estar aún más agradecido por lo que hoy tienes y por quien te acompaña en el camino.
Ésa es la gente que quiero a mi lado.
Personas corrientes como tú que un día sin saberlo ni planearlo, se vuelven héroes, sin tener que luchar con villanos. Siendo la única lucha que emprenden, aunque solo unos pocos se enteren, la batalla más poderosa a la que puede enfrentarse un ser humano.
Esa lucha vital que sólo por iniciarla, ya te convierte en héroe.

Ésta es la gente que me gusta...
Gente como tú es la que quiero a mi lado.

Fotografía: Alex Moreno Notario

jueves, 5 de mayo de 2016

Yo también soy débil y a veces no puedo remediarlo

La vida a menudo tiende a ponernos a prueba. Esperando de nosotros los mejores resultados para pasar sus exámenes. Como si cada día volviésemos a ser aquellos tiernos y aplicados niños aprendices de escuela.
Pero en ocasiones resulta insostenible, desde el punto de vista físico y reflexivo, mantener ese continuo estado de fortaleza, que algunas circunstancias requieren. Entendiendo ese estado como una energía favorable ante el enfrentamiento vital de una situación, que irrumpe de golpe en nuestras vidas. O bien como una fuerza activa que se desarrolla en nosotros de forma paulatina, con el paso de los años y experiencias ¡ojo! no sólo vividas, más aún sentidas...
Un estado que te hace resistente y por momentos puede que hasta impermeable a las emociones.
Una actitud prolongada de firmeza a la que a muchos les cuesta llegar y la que otros disfrutan de una forma sencilla y admirable desde cualquier barrera.

Hoy puedo decir, sin que ello me condicione demasiado, que yo también soy débil... y a veces no puedo remediarlo.

Sí, yo también tengo días en los que no solamente me cuesta convencer a mis labios para que se curven hacia arriba, sino a mi corazón para que se vuelva su aliado y juntos, fabriquen esa sonrisa capaz de conseguir, hasta en los días más oscuros, que salga el sol. Ese tipo de sonrisas que requieren un mayor esfuerzo por tu parte, porque en el fondo sabes, que su exclusividad tiene recompensa.

Porque hace años preparé mi maleta, en pos de esa felicidad que a todos se nos antoja. Dejando atrás familia, relaciones imperfectas, donde luego la distancia fue rematando sus formas. Momentos irrepetibles, unos dulces, otros más agrios... Y personas en el camino por las que entonces derramé una lágrima y hoy, la única forma posible de recordarlas, no es otra que con cariño y estima. Pues tengo muy claro el motivo: haberme ayudado a crecer, cambiando las vestiduras del dolor por las de una constante evolución.

Porque yo también caí presa, de un amor que por dentro me rasgó, donde sus cicatrices no pueden verse por fuera. Y no por ello dejé de creer en su conjunto de sentimientos.
También batallo a destiempo con esos momentos en los que, para continuar, sólo preciso un abrazo justamente cuando todos "duermen"...
Y es que yo tampoco me escapo de venirme abajo, cuando traigo a mi memoria que por ser persona, no siempre puedo volar tan alto.
A pesar de ello, sigo alzando banderas del color de la felicidad, cuando siento que el viento sopla conmigo de la mano.

Porque yo también soy débil... y a veces no puedo remediarlo.

Sin embargo no confieso cuando en lo profundo del mar me ahogo. Quizá porque desde hace tiempo tuve que aprender a nadar sola. Confío en mí y en la vida. Confío incluso en sus olas... Hoy sé que esquivarlas, no siempre es bueno. A veces dejarse llevar con ellas, es la mejor opción que tenemos.
Y luego si acaso, secarse al sol.

Ya sé que si acechan el abatimiento o la flaqueza, puedo elegir entre: dejar que me atrapen como me dejaba entonces o recordar valiente por lo que estoy aquí.

Por eso hoy, cuando amenaza la debilidad, enseguida saco a relucir mi fe, me peino con la esperanza, me calzo mis cómodos tacones de positivismo y lo único que dejo caer sobre mí como gotas de rocío, son las gotas de mi mejor perfume: el de la perseverancia.

Así cada día me preparo, antes de salir de casa,
para luchar de nuevo por esa porción de felicidad, que un día al probar
recordé que me corresponde y aún me aguarda.



lunes, 4 de abril de 2016

"No te rindas, por favor no cedas"

Estos días mi inspiración deambula de aquí para allá, como un aire suave que no despeina, pero a su antojo nos mueve. Estos días casi toda mi atención y mis pensamientos han acampado en Córdoba. No sé por cuánto tiempo. Espero que el necesario para que estos vientos de cambio, comiencen a soplar de una forma tan apacible como serena.

Por ello, hoy sólo compartiré estas palabras que tomé prestadas...

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo.
Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo, correr los escombros
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas.
Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.
Porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo...
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda.
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo,
porque ésta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo,
porque yo te quiero.

-Mario Benedetti-
(Escritor y poeta uruguayo)


martes, 29 de marzo de 2016

LA FE: Genuino motor de una vida apta para los milagros

Un año más ya pasó.
Y como la Virgen y el Señor, mi corazón, volvió de nuevo a su casa. 

Tras ella, no solo algunas cosas decidieron quedarse, también alguien por sus capacidades extraordinarias y su lucha, fuerza, ganas, sueños pendientes...

A mi vera, emociones a punto de naufragar y un sinfín de historias nuevas, que ahora se balancean en lo alto de mi memoria.

Este año un pregón abrió sus puertas, culpable de acortar distancias entre mente y corazón, que hasta el último momento y de la mano, por mágicos rincones andaluces, deambularon en procesión.


Lo realmente alucinante no es ver una talla en sí, paseando por estrechas calles.
La verdadera obra de arte es sentir esa energía e impregnarte del entusiasmo 
que asoma cada día por cada ser allí presente.


Poder leer todo lo que sus miradas gritan, al viejo compás de un paso, 
sin necesidad de saber el abecedario. 
Todo lo guardado durante un año esperando a un solo instante, 
para ser dicho casi susurrado a una Virgen y a su Cristo, cuando pasen por su lado.
Hermanos de colores con túnicas hasta el suelo, 
compartiendo escuetas impresiones de humilde grandeza. 
Unos cofrades. Otros, nazarenos.

Aunque estuve lejos esta vez, más de cerca pude sentir mis costumbres, mi pasión, mis creencias y mi FE.
Viejas plegarias reservadas para la ocasión, en mis labios quemaban, hasta que llegó el fin de semana y el domingo de Resurrección.
Como el mejor de los vinos, me fui bebiendo el incienso por los poros. Y así fui acomodando en mi oración, cada perdón, cada lo siento, cada deseo, cada te quiero… como piezas de un juego estratégico, todas en su sitio correcto.

Concluyó la semana grande. Y hay cosas que una vez terminan, pasan de largo, como pasearon bellas Vírgenes vestidas, frente a tantas miradas cautivas.
En cambio otras indefinidas como la devoción, la magia y la vida, no sé si por gusto, olvido, despiste o tradición, suspendidas en el aire quedaron.

Ni el más puro olor a incienso, ni el apabullante calor de mil velas iluminando una escultural y aterciopelada cara, podrán devolverme ninguna pasada Semana Santa.

Hoy sigo escuchando su saeta de fondo e irremediablemente una lágrima de emoción desfila por mi rostro.
La música de un alma cantando sus penas.
Un grito de guerra al dolor.
Un murmullo desnudo y cálido bajo un palio de esperanza.
Los tambores valientes de su corazón, repicando al compás uno por uno.
Un sentimiento que suele escaparse por la boca y morir cuando aterriza en tus ojos.
¡Señor! Escucha cada súplica mecida al viento, que lleva el desconsuelo de un niño de amor hambriento.
Un sueño que sueña jugar a ser verdad.
Un escalofrío en el cuerpo de golpe recorre su paso en el tiempo y decide que aún no se quiere marchar.
Un canto a la vida que no cesa ¡Que se queda!
Que despliega sus alas para poder volar y así volver a dejar su fe, anclada en la tierra.


¿Será cierto que la FE mueve montañas?
Sin duda nuestra avidez y nuestra fuerza innata con los desafíos crece, convirtiéndose así en genuino motor de una vida apta pa´ los milagros.

Guardemos de esta jornada esperanza, generosidad, confianza, coraje y amor.
Para los que en algún momento anduvimos como zombis a diario
despistándonos durante el resto del año,
estos días vinieron a recordárnoslo.


★Toda nuestra luz para A.M.N.★


martes, 22 de marzo de 2016

Magia en las promesas cumplidas y en los sueños pendientes

Cuando haces una pausa de tal calibre en tu vida, cuando decides parar la noria en la que respiras subido, cuando reflexionas y tomas conciencia, cuando te postras ante ti y toda tu existencia, cuando con calma piensas en lo que sueñas y en lo que aún no se ha cumplido, suceden cosas como ésta…
La vida siempre te regala, pero no todos utilizamos el mismo baremo para valorar sus regalos.
Y a veces estas ofrendas llegan, de quien menos te lo esperas.

En este Blog no suelo hablar de personas conocidas, pero cuando alguien espontáneamente, consigue remover cimientos en tu interior, la ocasión siempre lo merece. Y personas como él habrá muchas, o no. ¿Precisas de un instante para detenerte y "ver" un poco más allá, intentando traspasar cualquier coraza? Sólo así puedes tener la suerte de dar con ellas…

El pasado día 1 de Marzo, compartí tren con alguien. Todo un descubrimiento para mí. Y aunque no hablé con él durante ese viaje, con lo “poco” que me ha mostrado posteriormente, he podido confirmar, lo que en un principio pensé; Aunque quizá debiera utilizar otra palabra diferente a la del verbo pensar. Y los que entienden de energías, sabrán por dónde voy...

Una semana después, un mensaje privado.
En ese momento aparqué lo que estaba haciendo. Aquel enlace que me había enviado, contenía un audio que requería mi escucha. No llegó a decirme de qué trataba. En realidad no hizo falta, intuía que merecía toda mi atención. A pesar de su recomendación para que lo escuchara a partir del minuto 57, he de confesar que comencé a disfrutarlo desde el minuto 0.
Interesante presentación la del Sr. Villagrán, previa a un pregón de Semana Santa que reunió a más ángeles de la guarda, que a personas allí presentes. Y todo éste, supervisado por la atenta mirada de una virgen que desde una estampa, acompañaba y aplaudía la gran oratoria de su discurso, con el que atesoró de esta forma sus vivencias, recordándonos ese atisbo de vida que aún nos queda, para seguir escribiendo historias, con palabras aún no dichas, pero no por ello mudas.

Subió con un traje oscuro que le cubría los nervios y bajó desnudo de aquel escenario,
aún con su traje puesto.
¡Qué bonito compás se le oye dentro!
Aún guardando su armonía, cuando un aguacero se pronuncia desde el cielo.
¡Qué bonito reconocer a una persona por sus latidos de cordura!
Incluso algunos encadenados a emociones de intensos recuerdos.
Sin ser menos latidos de vida por ello.

Sé de muchos que juzgan sin conocer y aun después, se creen valientes para seguir haciéndolo, dejándose influenciar por comentarios u opiniones. Seguramente será difícil no caer en esa trampa, cuando una situación te araña el ego.
Intenta dejar tu mente tan libre como la de un niño, sin prejuicios, sin miedos, sin envidias… Quizá sólo entonces, puedas ver desde esa otra perspectiva.

Hoy “El Viaje de Happy Little Girl” brinda por ese Álvaro que yo veo. Ese eterno "Peter Pan" en su familia, el que crea conmovedores versos y homenajea a eternas costureras que ya partieron. Y al que me unen más valores y creencias, de lo que pueda distanciarme ese otro descarado con palabras y polémico en su estilo.
Ése capaz de gritar su verdad, contra viento y marea. Quien con la palabra teje estrategias sobre cualquier tema, expresando sin filtros su opinión, de una forma clara y directa. También un hombre solidario, cercano, noble y nostálgico. El mismo que una noche te rompe a versos, engalanando con su mejor traje a una calle cómplice y su soledad. Y a su vez puede contarte, cómo es el sonido mudo de la madrugá.

Cierto es… Hay vidas que son dos días y otras, un suspiro.
Pero recuerda, todo aquello que vivimos, nos viene a mostrar quiénes somos y de dónde venimos. Y las personas con las que nos cruzamos, vienen a recordárnoslo a diario. 
Porque puede que vengamos de esas historias de amor, que vivieron nuestros padres, nuestros abuelos... Por las que deberíamos sentirnos orgullosos, tanto o más de lo que consiguen estarlo ellos, sin abandonar nunca su labor, la de seguir empujando nuestros pasos.

Es bonito, aunque a veces amargo, echar de vez en cuando la vista atrás, pero no te demores demasiado, podrías estar perdiéndote en un presente, que desea que lo escuches, que lo vivas, que lo sientas, que lo mimes…


Son muchas las personas que hoy andan por ahí, soportando el peso de un entramado forjado con heridas de un pasado sin cicatrizar. Quizá por eso, después de todo, aún me pregunto ¿será cierto aquello de, cuanto más gruesa la armadura, más frágil el ser que se esconde dentro?
Armaduras que te envuelven, pero no protegen del sufrimiento, sólo mantienen tu yo verdadero preso, sustituyendo tus huellas por hierro. Hasta el momento en el que te liberes de ellas y descubras esa parte impresionante, que con los años decidiste amurallar, tu alma sólo seguirá brillando, entre viejas rendijas de amargas memorias.

Hoy mi reflexión y mis deseos también van para ti, que luchas con convicción y recorres el camino de tus sueños, enfundándote en una capa de valor y no solo en la de una armadura. A ti, que tu tercer dedo de la mano sigue atado a ese delicado hilo de fe, que por más que tense la esperanza, nunca se llega a romper.
Sé feliz con tus promesas cumplidas y por la lucha de tus sueños pendientes, esos que se esconden bien adentro y que sólo son imposibles, cuando dejas de soñar con ellos.

Coincidir con alguien y después, a través de una emoción que desprende su voz, reconocerlo, bajo el influjo de un abuelo escoltado por un dolor crucificado, suplicando así a su Cristo... Hacerte cómplice de sus impresiones, que de a poquito expone, entre decenas de versos. Unas que quizá pocos conocen o sólo los más allegados.
Y puede incluso que te acerques, cuando su aforo ya sea limitado o en su cartel anuncie “completo”. Pero eso no importa, para poder impregnarte de un mensaje que, por boca y corazón de otros, igual ya te había llegado.
¡Qué forma curiosa tiene la Vida…!

Dice el hombre no creer en la magia, esa magia de antaño, la que posiblemente vivíamos de niños. ¡Pues déjeme decirle algo! Magia solo hay de un tipo y lo que Usted llevó aquel día consigo, por más que investigo, aún no he sido capaz de encontrarle otro nombre.

Si me permiten, yo también tengo a mis "Ángeles de la Guarda".
Uno de ellos lo lleva siendo desde hace año y medio. Precisamente cuando se marchó, sabiendo que desde allí y junto a ella, su único amor: mi abuela (la que se fue, preparándole el ajuar a su hija, un año antes de que yo naciera), podría trabajar mejor para su familia. Y doy fe de lo que están consiguiendo y nadie creería.

Éste, es uno de esos regalos que aterriza justo a tiempo para cogerlo con alfileres, plancharlo y colgarlo en una red de transparencias, donde el viento solo juegue con él para llevarlo a cualquier rincón necesitado. Necesitado de fe, de esperanza. Necesitado de calma. Necesitado de un amor olvidado… Ése que hace valientes a los cobardes, adormila a los espabilados y despierta a los necios.
Un regalo que a mí me llegó y abrí en el momento adecuado, ni antes ni después.
Y es que no podía haber sido de otra forma, cuando lo envían y viene firmado, por alguien de ahí arriba...

Sonido: Cofrademanía.com MAS JEREZ RADIO.

Foto: Miguel Ángel Castaño

GRACIAS por el REGALO, Álvaro.
Por la inspiración y por la bella literatura de una vida que solo encontramos ahí,
a mano derecha... en el corazón.

Y gracias a ELLOS... que no caminaron a oscuras.
Los únicos que saben, que sólo por haber amado,
nadie se va de este mundo con las manos vacías.

sábado, 19 de marzo de 2016

ES ÉL...

No le importa quién me bese, no le importa quién me abrace, no le importa que haya amado a otros hombres, no es celoso... No le importa esperar en la sombra, simplemente espera.
¡Su amor está por encima de todo!

Alguien que me escucha, me respeta, me añora.
No es su altura, su peso, sus títulos, su belleza, ni mucho menos su dinero, lo que le convierte en una gran persona. Es su honestidad, su humildad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás.
Es él, ayudando siempre a quien lo necesita con una sonrisa por delante, mostrando así al mundo, otra forma casi olvidada de ser feliz.


Es él, quien me enseñó a no soñar un amor ligero, un amor de vuelta después de un invierno.
Yo siempre aposté por un amor eterno, pero a su lado comprendí, que lo más sabio, era forjar un amor del bueno.
Me enseñó que el amor es libertad y crecimiento, antes que posesión, limitaciones y miedos.

A veces, un amor escondido, incluso en esos detalles que yo no veo...

Esa persona que como yo, sigue mirando al cielo, esperando ver una estrella fugaz dispuesta a recorrer un Universo entero, sólo para guiñarnos un ojo y seguir cumpliendo nuestros deseos.

Le quiero por lo que es, por los grandes valores que me ha inculcado y por recordarme cada día que el AMOR incondicional lo puede todo.

¡Vale! Él también soñó en una ocasión despertar con dos mujeres en una misma cama.

Una que le dijera: -Buenos días, mi amor.
Y otra que le dijera: -Buenos días, papá.

Hay sueños que se cumplen hasta tres veces... 😉

Ése por el que mi corazón vibra, junto con el de su otra mitad, mi madre.
Quienes juntos me hicieron el mejor regalo: LA VIDA.
Y con ella, una identidad, por la que hoy sigo luchando.


Alguien tan especial como para poder enseñarme, que el objetivo es bien claro.
Lograr ese estado de amor y felicidad, por el que fuimos creados.


FELIZ DÍA DEL PADRE


Para los que están e incondicionalmente, nos siguen apoyando.
Para aquéllos que se fueron y siguen vigilando nuestros pasos, allá desde el cielo.
Y para aquéllos que serán,
por el amor que están generando, 
por su paciencia, valentía y entusiasmo.




sábado, 12 de marzo de 2016

12 años después

De aquel trágico día poco podría aportar, que ya no sepa la gente. Mi recuerdo y mi luz, sin duda hoy van para ellos. Quienes aquella fatídica mañana de jueves, perdieron de un plumazo sus vidas.

Personalmente, cada vez que me sorprende este 11 de Marzo, tampoco puedo olvidar su llamada. Si me permiten...
El reloj aún no había marcado las ocho y un sonido alarmante sacudía mi móvil sin compasión. No tardé demasiado en descolgar el teléfono, pero para ella, esos segundos se hicieron eternos. Aquel nerviosismo y justificada preocupación, de quien desde el otro lado me preguntaba, me impidieron reconocer de quién se trataba.

-¿Estás bien? ¿Estás bien?- Repetía una y otra vez sin pausa y sobresaltada.
Yo intentaba calmarla, pero su acelerado ímpetu por saber, no me ayudaba.
-Pero dime… ¿estás bien?- ¡Aquella voz continuaba tan alterada, que ni siquiera podía escuchar mis palabras!
-¿Quién eres?- Pregunté por segunda vez con voz temblorosa y estremecida, después de oír como por la suya, se le salía el alma.

A esa voz que aún seguía sin identificar, solo le acompañaba un número fijo y extenso, desconocido entre mis habituales llamadas. No provenía de mi casa, ni de ningún otro lugar que en ese momento incierto recordara...

-¿Cómo qué quién soy? ¿No me conoces?- Exclamó a voz en grito, entre un estado de ansiedad e intranquilidad imposible de controlar. Ese estado capaz de sacarte de golpe de un entorno, que luego se vuelve ausente por la angustiosa noticia, causante de una gran consternación a una mañana recién estrenada, hizo que ni siquiera entonces, reconociera su voz.
-¿Quién voy a ser?- Exclamaba con el corazón en un puño. -¡Soy tu hermana!
En su caso y como en el de muchos compañeros, fue un profesor de la Universidad, quien les anunció el trágico suceso.

Ésa que me llamaba desde Córdoba y que, con su gran dolor, consiguió que me desencajara… Mi hermanita del alma, la última que llegó a la familia, pintando nuevas sonrisas en nuestras caras.

-Marina… ¡Estoy bien!- Asentí varias veces (hoy una, no era suficiente) mientras amarraba más de cien lágrimas que a toda prisa, se agolpaban en mis ojos.

La voz de mi pequeña hermana, fue esa voz primera, la que tal día como hoy me aclamaba con tono triste y desolado, la que seguiría escuchando, después de tantas otras, durante aquel inolvidable día.

Al colgar el teléfono, después de aliviarle con mis noticias, me derrumbé por completo. Fui incapaz de retener todas esas lágrimas que empujaban fuerte desde dentro. Y aunque seguí viendo por TV continuas imágenes demoledoras, aquella voz de mi hermana, aquella llamada, no sé si debiera… pero fue para mí, lo más conmovedor de una larga, cruel y nefasta jornada.

Aquella pequeña niña que aplaudía sonriente, tras soplar las dos velas de su tarta, frente al calor de su familia y al de una ardiente candela. Aquella niña a la que mi abuelo metía en una caja de cartón abierta, enganchada a una cuerda, de la que él contento tiraba, para jugar a pasearla. Aquella niña que tan rápido fue creciendo, a la vez que cumplía sueños. La que hasta ahora, de mi familia, ha llegado más lejos, incluso armándose de valor para cruzar océanos… Aquella misma niña era, la que salió de clase corriendo aquel 11 de Marzo de 2004, en busca de un teléfono para poder localizar a su hermana mayor, después de escribir en la pizarra un profesor: "Gran atentado terrorista en Madrid, decenas de víctimas en Atocha."

Tras esa imborrable llamada de teléfono que al volver a recordar hoy, lloro, pude sentir todo ese amor custodiado que, como pocas, se empeña en guardar con recelo bajo llave, en un corazón enorme que palpita de vez en cuando más fuerte y rápido que el de otra mucha gente.
Esa llamada me regaló la vida. No el hecho de no haber subido a un tren, como hasta el día anterior por trabajo hacía, desde esa misma estación de Atocha. Sino esa llamada de mi hermana y lo que sin darse cuenta exclusivamente traía; Eso que me contó su voz y que con palabras, nunca se atrevía.

Valora la vida que se te ha otorgado por gracia divina y ama cada instante que aún respiras.
Porque será en un tren, en un avión, por carretera, resguardados bajo un techo o a pleno cielo descubierto. Son tantas las formas y los lugares donde, esa temida y fría dama con quien algunos sueñan de negro, nos espera...

Por todas las víctimas y sus familiares.
Y por todas las historias que este día encierra; Las que ya permanecen dormidas y esas otras que despertaron, cambiando vidas.



martes, 8 de marzo de 2016

Las distancias más importantes no son físicas, sino emocionales

Esa persona se alejó de ti.
Inevitablemente piensas: "Su amor se esfumó, ya no me quiere, todo perdió su sentido...".

Pues hoy quiero contarte algo y puede que con ello, reflexiones.

A menudo, las distancias que ponemos los seres humanos, son más físicas que emocionales. Curiosamente son las menos dolorosas y más fáciles de gestionar, a la hora de querer ordenar sentimientos e ideas cuando de relaciones confusas, estancadas o ahogadas se trata.

Me gusta recalcar que debemos confiar en la vida y en lo que tras ella nos espera y para muchos, en estos momentos se esconde. Deja que todo fluya como debe, sin provocar dramas en tu interior, sin presiones...

Cuando una relación sincera nace, da igual el viento que la envuelva o cuantas lunas la abracen, terminará brillando para ti siempre de la mejor manera.
Y recuerda que ninguna de ellas, dejará de traernos al final ese refuerzo positivo que seguramente necesitamos. Algo que cada vez aprenderás a ver con mayor claridad y menor esfuerzo.

El amor no muere, si acaso transforma los sentimientos de algunas personas hacia otras.
El amor es eterno desde cualquiera de sus comienzos.

Así mismo comienzas a aceptar que esa persona ya no es para ti, cuando tomas conciencia de la ilusión que has estado viviendo (sin ver más allá de tus miedos) y empiezas a encontrar respuestas a todas esas dudas existenciales que durante toda una vida, te fuiste planteando con el paso de los años y experiencias vividas. Cuando descubres el vínculo o lazo emocional que te une a esa persona y a partir de ahí, comienzas a percibir una realidad de la que, hasta ahora, no habías sido completamente consciente.

Entonces, con amplia certeza en ese amor infinito, sorprendentemente eres capaz de acariciar cualquier distancia que pueda establecer entre su corazón y el tuyo.

Ya no hay separación que consiga desmoronar tu mundo interior... Ya no hay distancias.

Porque esa paz que ahora habita en ti, 
día a día te ayuda a mantener firme,
incluso el más complejo de tus Universos.



lunes, 29 de febrero de 2016

El eterno buscador

El eterno buscador se posó en mi cielo
a falta de la luna, mostrándome tímidamente medio corazón.
Pudo conquistar mi alma, con tan solo una mirada
y con media sonrisa, una tarde,
al fondo de su precipicio me lanzaba.

El eterno buscador se coló en mis sueños por descuido.
Con escurridizas palabras y mostrando su más dulce rostro,
me subió a su cielo, para luego bajarme de él.
Un eterno buscador de quién sabe qué
y no consigue nunca hallar…

Me ofreció su morada, sin saber
y al siguiente amanecer,
volvió a serle fiel a su nombre.
En las puertas de su corazón
me regaló su más preciado secreto,
ocultando su moneda de cambio.
Alejándome de su verdad…
disfrazó en tan solo un desayuno una ilusión
y horas más tarde, sus sentimientos, por su propia ventana
se volvían a escapar.

El eterno buscador experimentó en un momento, con mis palabras,
como un inocente sueño, puro y sin maldad, puede jugar.
En la oscuridad, así me pidió insistente, acariciar mi alma.
Al instante, saboreó la dulzura de lo bello en la mañana.

El eterno buscador paseó conmigo
sentimientos de corazones cosidos
y un testigo en cada esquina
era cómplice de aquel encuentro ciego,
entre distintas historias fugaces, que luego iría arrojando
por las céntricas calles desiertas de su gran ciudad.

Ahora se levanta cada mañana,
escribiendo silencios entre las personas...

Un eterno buscador para siempre
y una ingenua mariposa
que a ciegas voló feliz de madrugada,
soñando con su mágico aleteo,
poder cambiar a este eterno buscador
tal nombre.

Esperando todo de nadie, esquivando relaciones a diario,
cambiando así una invisible burbuja, por un mundo de cristal,
en el que solo él (grande y pequeño)
tienen espacio para respirar.

El eterno buscador así escribió otro capítulo,
de noche en su vida, para seguir descubriendo en soledad,
hacia dónde le conducirá
su desconocido eterno camino.
Haciendo honor a su alma en penumbra,
decidió temer alumbrar, algún día otra alma.
Dedicándose a borrar cualquier posible ilusión,
que ose calentar
el corazón de su cama.


Vídeo en Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=PsjDaDKd2lU



martes, 16 de febrero de 2016

Y hubo quien...

Hubo quien me vio, sin lograr mirarme.
Quien me observó y concluyó recreándose.
Quien estando conmigo, no supo entenderme.
Y quien sin estar, me comprende.

Hubo quien me conoció, sin apenas esforzarse.
Quien me reconoció y por absurdos miedos a defraudarme,
ni siquiera intentó quedarse.

Hoy hay quien me mira y no se atreve.
Quien a lo lejos me ve y consigue acercarme.
Y quien estando cerca, la distancia mantiene.

Hay quien solo seguirá observando,
conservando su interés.
Y quien al conocerme, mirará hacia otro lado
al descubrir por sorpresa, lo que reside en él.

Finalmente permanecerá a mi lado,
quien como yo y contra sus miedos haya luchado,
librando la tenebrosa batalla entre su ego y su ser.

Pues aquél que no encuentra en mí su lugar,
tampoco el suyo tiene claro y poco a poco, se irá alejando,
para ordenar los olvidos, recorrer a tientas caminos
y reestructurar su presente, con los posibles de ayer...



lunes, 1 de febrero de 2016

GRACIAS

Gracias por dejarte ver, cuando miro el Sol.
Por ser el movimiento en las hojas,
cuando fuerte el viento sopla.
Por ser gotas de lluvia,
cuando llega la tormenta.
Por ser dulce canto
de un pájaro que asoma
y trae paz a mi rutina diaria.

Gracias por estar conmigo, cuando nadie me acompaña
y entenderme, cuando a los demás se les complica.
Gracias por dejar que sea tu hombro, mi mejor apoyo
cuando más débil me siento.
Por amarme, cuando nadie más sabe hacerlo.

Gracias por abrirme una ventana,
allá donde antes me cerraron una puerta.
Por ser música en el alba, cuando solo hay silencio
y tibia esperanza, en los rincones inundados
del desasosiego.

Gracias por ser salvavidas, cuando desafía
la corriente de un río bravo.
Por ser la mano que enjuga mis lágrimas,
ser lienzo donde pintar mis cuadros.
Inspiración a oscuras, adiestrando mis manos...
Y esa intuición que fiel guía mis pasos.

Gracias por ser belleza, en medio del caos.
Por ser niebla en sendero incierto
y lucidez, en el camino correcto.
Gracias por ser paño que limpia mis desconciertos,
por ser alivio en mi nostalgia
y amor, en vez de odio,
cicatrizando heridas del alma.

Gracias por ser anestesia para mi ego.
Por ser esa sutil fragancia,
seduciendo la ofensa de mi adversario.
Y la máscara que cae, cuando la envidia
decide elevarse a lo más alto.

Gracias por ser guardián de mis sueños,
intérprete de mis silencios
y hoguera para mis miedos.

Por todo eso y más,
cada noche te doy las gracias.

(Publicado en Facebook el 03/02/2015)




lunes, 25 de enero de 2016

Deja de ser quien crees que eres y conviértete en quien realmente eres

Conozco a personas que prefieren construir sus vidas detectando continuamente fugas emocionales, que les arrastran siempre de un lugar a otro sin descanso, con el obstinado propósito de solventar algo que consideran, podrían cambiar con esmero.

Permíteme por un momento, que hoy me dirija a ti, con la única intención no más allá de una mera reflexión llegados a este punto, donde la enseñanza pesa más que la decepción.

¿Has pensado que tal vez no puedas cambiar aquello que pretendes, porque sabiamente podría estar formando una parte indivisible de ti?

Seguro que donde te encuentras, ya oíste hablar de la esencia, ese conjunto de características permanentes e invariables (procedentes de la "Gran Fábrica") que constituyen nuestra naturaleza como seres vivos y sin las cuales no seríamos quienes somos.

Pues bien, quizás no se trata de analizar constantemente esas pequeñas imperfecciones, que nos hacen ser la persona que somos. Igual sólo estamos aquí, para SER nosotros mismos.
No gastes toda una vida intentando llegar a ser quien quieres ser. Únicamente sé tú y vívelo con total transparencia.
Para el Universo ya eres perfecto, eres una de las piezas necesarias que lo conforman, así tal como es ahora tu existencia. Y para quienes te rodean, aún eres más perfecto si cabe. No podrías haber existido de otra manera. Pues solo tú, a cada persona, entregas magistralmente la parte de ti que les corresponde. Ya irradias paz, amor y bondad. Es trabajo de quien te observa y comparte contigo, el sentirlo de esa única manera posible.

Desmenuza cada instante que esta vida y no otra te regala. Es lo único certero, a día de hoy, con lo que contamos.
Es admirable y te honra como persona, decidir evolucionar emocional y espiritualmente, pero no permitas, por favor, que se te marchite la vida en ello.

Nadie puede prometer que volvamos a encontrarnos. El aquí y el ahora, es lo único real que conservamos. Un presente en común nos situó en el mismo camino y coincidir en tiempo y espacio contigo, para mi ya es "el milagro".
Ahora sólo VIVE y valora todo lo que se te ha dado.

Si aún así, consideras seguir con tu batalla, mientras alcanzas esa perfección en la que trabajas, disfruta del camino y de aquéllos que te vayas encontrando a cada paso.
Presta atención, escucha siempre lo que vienen a decirte, pero atiende con los oídos del corazón.
A veces llegan a nosotros mensajes en forma de respuestas, a preguntas que creemos no haber formulado. Posiblemente ésas sean las cuestiones más reveladoras para el camino de nuestra vida, más que cualquier otra solución que pudiéramos haber estado esperando, sobre algún interrogante expuesto anteriormente a conciencia.

La verdad no es ambigua y la vida nos habla de su autenticidad más alto y claro de lo que podamos imaginar.


Recuerda: Nunca es tarde para dejar de ser quien crees que eres y convertirte en quien realmente eres. 


Honesta y real es la vida que tenemos, sé honesto y real contigo y tus sentimientos...






lunes, 18 de enero de 2016

Un amor del bueno

No quiero un amor de portada
ni perecedero de revista.
No quiero noticias
de un amor en los diarios.

No me hables de amores a ratos...
Solo quiero un amor bello, justo y sincero,
inocente, puro, transparente y calmado.

Que sólo se atreva a ponerse en cueros
cuando tu alma y mi alma
consigan hablarse a solas y en silencio.

Pretendo un amor que burle kilómetros,
acerque distancias y borre los celos.
Un amor que profese amor,
sin ánimo de lucro ni de egos.

Un amor sin prejuicios,
un amor sin orgullo,
uno que aleje los miedos.

Un amor sin cadenas,
uno que sienta libre,
más de lo que últimamente
ya vengo siendo.

Ya sabes... un amor de esos,
un amor del bueno.


miércoles, 6 de enero de 2016

"Carta a los Reyes Magos"

Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar,

Tras el éxito obtenido en vuestra Campaña “Recogida de Cartas Online” el pasado año, donde llevasteis a cabo una de las tareas más fascinantes de la vida: Reunir a las almas afines en 2015 (entre otros motivos, gracias a una extraordinaria conexión de infinito alcance) aprovecho esta nueva ocasión, para dejaros aquí la mía...

Estimado Melchor: Quiero un novio que se deje querer en horas hábiles y achuchar a contrarreloj bajo mi manta verde de coralina. Que le guste volar, aún cuando no tengamos ni para subir a un avión.
Apreciado Gaspar: Que disfrute regalando sonrisas a los más necesitados, tanto si algún día, la necesitada fuera yo.
Adorado Baltasar: Un novio que tenga la habilidad de encontrarme si me pierdo en el Ikea y sepa salir de allí, sin seguir la dirección que marcan las flechas (siguiéndolas, todo el mundo lo consigue).
Que olvide los mapas y quiera perderse conmigo.
Que sea creativo, para poder entenderme.
Que se coma el mundo y a mí me deje el chocolate.

Importante: Que deje sus miedos fuera, cuando llame a mi puerta (todos no cabemos en casa).
Capaz de abrir la ventana de mi habitación más oscura. Que sea valiente, para destripar la felicidad (no hace falta que sea médico, si acaso voluntario para poner tiritas cuando mi corazón se agriete). Que prefiera las verdades con espinas a las mentiras a medias.
Más importante aún: Que no sea vegano, para ser felices y poder comer perdices.

PD: Si os sobra algún ancla, podéis traérmela a casa, para que así lo nuestro, nunca vaya a la deriva.

No es por presionar, pero debéis saber que vuestro compañero de trabajos navideños “Papa Noel” fracasó en su misión. Así que ésta es una buena oportunidad para demostrar al mundo lo Magos que sois.

Att: Alguien que aprovecha los palos de la vida, para hacerse una cabaña en el campo.


Les envío adjunto el archivo "Queridos Reyes Magos", donde dejo constancia de lo que verdaderamente importa y esta noche, fundamentalmente, no podría olvidar:


Y si a última hora consideran traer algo, les agradecería que fuera: 
trabajo, sabiduría, lucidez, sensibilidad artística, 
capacidad analítica, paciencia, responsabilidad y sensatez. 
Y aquello que no pueden aplazar por más tiempo: 
Respeto, Honradez y Justicia.

Que la Salud, la Paz, el Amor verdadero, la Ilusión, 
la Esperanza, la Solidaridad y el perdón 
nos envuelvan.

Gracias a los tres por gestionar mis deseos.

¡Feliz y mágica noche a todos y Feliz Reparto!