martes, 29 de marzo de 2016

LA FE: Genuino motor de una vida apta para los milagros

Un año más ya pasó.
Y como la Virgen y el Señor, mi corazón, volvió de nuevo a su casa. 

Tras ella, no solo algunas cosas decidieron quedarse, también alguien por sus capacidades extraordinarias y su lucha, fuerza, ganas, sueños pendientes...

A mi vera, emociones a punto de naufragar y un sinfín de historias nuevas, que ahora se balancean en lo alto de mi memoria.

Este año un pregón abrió sus puertas, culpable de acortar distancias entre mente y corazón, que hasta el último momento y de la mano, por mágicos rincones andaluces, deambularon en procesión.


Lo realmente alucinante no es ver una talla en sí, paseando por estrechas calles.
La verdadera obra de arte es sentir esa energía e impregnarte del entusiasmo 
que asoma cada día por cada ser allí presente.


Poder leer todo lo que sus miradas gritan, al viejo compás de un paso, 
sin necesidad de saber el abecedario. 
Todo lo guardado durante un año esperando a un solo instante, 
para ser dicho casi susurrado a una Virgen y a su Cristo, cuando pasen por su lado.
Hermanos de colores con túnicas hasta el suelo, 
compartiendo escuetas impresiones de humilde grandeza. 
Unos cofrades. Otros, nazarenos.

Aunque estuve lejos esta vez, más de cerca pude sentir mis costumbres, mi pasión, mis creencias y mi FE.
Viejas plegarias reservadas para la ocasión, en mis labios quemaban, hasta que llegó el fin de semana y el domingo de Resurrección.
Como el mejor de los vinos, me fui bebiendo el incienso por los poros. Y así fui acomodando en mi oración, cada perdón, cada lo siento, cada deseo, cada te quiero… como piezas de un juego estratégico, todas en su sitio correcto.

Concluyó la semana grande. Y hay cosas que una vez terminan, pasan de largo, como pasearon bellas Vírgenes vestidas, frente a tantas miradas cautivas.
En cambio otras indefinidas como la devoción, la magia y la vida, no sé si por gusto, olvido, despiste o tradición, suspendidas en el aire quedaron.

Ni el más puro olor a incienso, ni el apabullante calor de mil velas iluminando una escultural y aterciopelada cara, podrán devolverme ninguna pasada Semana Santa.

Hoy sigo escuchando su saeta de fondo e irremediablemente una lágrima de emoción desfila por mi rostro.
La música de un alma cantando sus penas.
Un grito de guerra al dolor.
Un murmullo desnudo y cálido bajo un palio de esperanza.
Los tambores valientes de su corazón, repicando al compás uno por uno.
Un sentimiento que suele escaparse por la boca y morir cuando aterriza en tus ojos.
¡Señor! Escucha cada súplica mecida al viento, que lleva el desconsuelo de un niño de amor hambriento.
Un sueño que sueña jugar a ser verdad.
Un escalofrío en el cuerpo de golpe recorre su paso en el tiempo y decide que aún no se quiere marchar.
Un canto a la vida que no cesa ¡Que se queda!
Que despliega sus alas para poder volar y así volver a dejar su fe, anclada en la tierra.


¿Será cierto que la FE mueve montañas?
Sin duda nuestra avidez y nuestra fuerza innata con los desafíos crece, convirtiéndose así en genuino motor de una vida apta pa´ los milagros.

Guardemos de esta jornada esperanza, generosidad, confianza, coraje y amor.
Para los que en algún momento anduvimos como zombis a diario
despistándonos durante el resto del año,
estos días vinieron a recordárnoslo.


★Toda nuestra luz para A.M.N.★


martes, 22 de marzo de 2016

Magia en las promesas cumplidas y en los sueños pendientes

Cuando haces una pausa de tal calibre en tu vida, cuando decides parar la noria en la que respiras subido, cuando reflexionas y tomas conciencia, cuando te postras ante ti y toda tu existencia, cuando con calma piensas en lo que sueñas y en lo que aún no se ha cumplido, suceden cosas como ésta…
La vida siempre te regala, pero no todos utilizamos el mismo baremo para valorar sus regalos.
Y a veces estas ofrendas llegan, de quien menos te lo esperas.

En este Blog no suelo hablar de personas conocidas, pero cuando alguien espontáneamente, consigue remover cimientos en tu interior, la ocasión siempre lo merece. Y personas como él habrá muchas, o no. ¿Precisas de un instante para detenerte y "ver" un poco más allá, intentando traspasar cualquier coraza? Sólo así puedes tener la suerte de dar con ellas…

El pasado día 1 de Marzo, compartí tren con alguien. Todo un descubrimiento para mí. Y aunque no hablé con él durante ese viaje, con lo “poco” que me ha mostrado posteriormente, he podido confirmar, lo que en un principio pensé; Aunque quizá debiera utilizar otra palabra diferente a la del verbo pensar. Y los que entienden de energías, sabrán por dónde voy...

Una semana después, un mensaje privado.
En ese momento aparqué lo que estaba haciendo. Aquel enlace que me había enviado, contenía un audio que requería mi escucha. No llegó a decirme de qué trataba. En realidad no hizo falta, intuía que merecía toda mi atención. A pesar de su recomendación para que lo escuchara a partir del minuto 57, he de confesar que comencé a disfrutarlo desde el minuto 0.
Interesante presentación la del Sr. Villagrán, previa a un pregón de Semana Santa que reunió a más ángeles de la guarda, que a personas allí presentes. Y todo éste, supervisado por la atenta mirada de una virgen que desde una estampa, acompañaba y aplaudía la gran oratoria de su discurso, con el que atesoró de esta forma sus vivencias, recordándonos ese atisbo de vida que aún nos queda, para seguir escribiendo historias, con palabras aún no dichas, pero no por ello mudas.

Subió con un traje oscuro que le cubría los nervios y bajó desnudo de aquel escenario,
aún con su traje puesto.
¡Qué bonito compás se le oye dentro!
Aún guardando su armonía, cuando un aguacero se pronuncia desde el cielo.
¡Qué bonito reconocer a una persona por sus latidos de cordura!
Incluso algunos encadenados a emociones de intensos recuerdos.
Sin ser menos latidos de vida por ello.

Sé de muchos que juzgan sin conocer y aun después, se creen valientes para seguir haciéndolo, dejándose influenciar por comentarios u opiniones. Seguramente será difícil no caer en esa trampa, cuando una situación te araña el ego.
Intenta dejar tu mente tan libre como la de un niño, sin prejuicios, sin miedos, sin envidias… Quizá sólo entonces, puedas ver desde esa otra perspectiva.

Hoy “El Viaje de Happy Little Girl” brinda por ese Álvaro que yo veo. Ese eterno "Peter Pan" en su familia, el que crea conmovedores versos y homenajea a eternas costureras que ya partieron. Y al que me unen más valores y creencias, de lo que pueda distanciarme ese otro descarado con palabras y polémico en su estilo.
Ése capaz de gritar su verdad, contra viento y marea. Quien con la palabra teje estrategias sobre cualquier tema, expresando sin filtros su opinión, de una forma clara y directa. También un hombre solidario, cercano, noble y nostálgico. El mismo que una noche te rompe a versos, engalanando con su mejor traje a una calle cómplice y su soledad. Y a su vez puede contarte, cómo es el sonido mudo de la madrugá.

Cierto es… Hay vidas que son dos días y otras, un suspiro.
Pero recuerda, todo aquello que vivimos, nos viene a mostrar quiénes somos y de dónde venimos. Y las personas con las que nos cruzamos, vienen a recordárnoslo a diario. 
Porque puede que vengamos de esas historias de amor, que vivieron nuestros padres, nuestros abuelos... Por las que deberíamos sentirnos orgullosos, tanto o más de lo que consiguen estarlo ellos, sin abandonar nunca su labor, la de seguir empujando nuestros pasos.

Es bonito, aunque a veces amargo, echar de vez en cuando la vista atrás, pero no te demores demasiado, podrías estar perdiéndote en un presente, que desea que lo escuches, que lo vivas, que lo sientas, que lo mimes…


Son muchas las personas que hoy andan por ahí, soportando el peso de un entramado forjado con heridas de un pasado sin cicatrizar. Quizá por eso, después de todo, aún me pregunto ¿será cierto aquello de, cuanto más gruesa la armadura, más frágil el ser que se esconde dentro?
Armaduras que te envuelven, pero no protegen del sufrimiento, sólo mantienen tu yo verdadero preso, sustituyendo tus huellas por hierro. Hasta el momento en el que te liberes de ellas y descubras esa parte impresionante, que con los años decidiste amurallar, tu alma sólo seguirá brillando, entre viejas rendijas de amargas memorias.

Hoy mi reflexión y mis deseos también van para ti, que luchas con convicción y recorres el camino de tus sueños, enfundándote en una capa de valor y no solo en la de una armadura. A ti, que tu tercer dedo de la mano sigue atado a ese delicado hilo de fe, que por más que tense la esperanza, nunca se llega a romper.
Sé feliz con tus promesas cumplidas y por la lucha de tus sueños pendientes, esos que se esconden bien adentro y que sólo son imposibles, cuando dejas de soñar con ellos.

Coincidir con alguien y después, a través de una emoción que desprende su voz, reconocerlo, bajo el influjo de un abuelo escoltado por un dolor crucificado, suplicando así a su Cristo... Hacerte cómplice de sus impresiones, que de a poquito expone, entre decenas de versos. Unas que quizá pocos conocen o sólo los más allegados.
Y puede incluso que te acerques, cuando su aforo ya sea limitado o en su cartel anuncie “completo”. Pero eso no importa, para poder impregnarte de un mensaje que, por boca y corazón de otros, igual ya te había llegado.
¡Qué forma curiosa tiene la Vida…!

Dice el hombre no creer en la magia, esa magia de antaño, la que posiblemente vivíamos de niños. ¡Pues déjeme decirle algo! Magia solo hay de un tipo y lo que Usted llevó aquel día consigo, por más que investigo, aún no he sido capaz de encontrarle otro nombre.

Si me permiten, yo también tengo a mis "Ángeles de la Guarda".
Uno de ellos lo lleva siendo desde hace año y medio. Precisamente cuando se marchó, sabiendo que desde allí y junto a ella, su único amor: mi abuela (la que se fue, preparándole el ajuar a su hija, un año antes de que yo naciera), podría trabajar mejor para su familia. Y doy fe de lo que están consiguiendo y nadie creería.

Éste, es uno de esos regalos que aterriza justo a tiempo para cogerlo con alfileres, plancharlo y colgarlo en una red de transparencias, donde el viento solo juegue con él para llevarlo a cualquier rincón necesitado. Necesitado de fe, de esperanza. Necesitado de calma. Necesitado de un amor olvidado… Ése que hace valientes a los cobardes, adormila a los espabilados y despierta a los necios.
Un regalo que a mí me llegó y abrí en el momento adecuado, ni antes ni después.
Y es que no podía haber sido de otra forma, cuando lo envían y viene firmado, por alguien de ahí arriba...

Sonido: Cofrademanía.com MAS JEREZ RADIO.

Foto: Miguel Ángel Castaño

GRACIAS por el REGALO, Álvaro.
Por la inspiración y por la bella literatura de una vida que solo encontramos ahí,
a mano derecha... en el corazón.

Y gracias a ELLOS... que no caminaron a oscuras.
Los únicos que saben, que sólo por haber amado,
nadie se va de este mundo con las manos vacías.

sábado, 19 de marzo de 2016

ES ÉL...

No le importa quién me bese, no le importa quién me abrace, no le importa que haya amado a otros hombres, no es celoso... No le importa esperar en la sombra, simplemente espera.
¡Su amor está por encima de todo!

Alguien que me escucha, me respeta, me añora.
No es su altura, su peso, sus títulos, su belleza, ni mucho menos su dinero, lo que le convierte en una gran persona. Es su honestidad, su humildad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás.
Es él, ayudando siempre a quien lo necesita con una sonrisa por delante, mostrando así al mundo, otra forma casi olvidada de ser feliz.


Es él, quien me enseñó a no soñar un amor ligero, un amor de vuelta después de un invierno.
Yo siempre aposté por un amor eterno, pero a su lado comprendí, que lo más sabio, era forjar un amor del bueno.
Me enseñó que el amor es libertad y crecimiento, antes que posesión, limitaciones y miedos.

A veces, un amor escondido, incluso en esos detalles que yo no veo...

Esa persona que como yo, sigue mirando al cielo, esperando ver una estrella fugaz dispuesta a recorrer un Universo entero, sólo para guiñarnos un ojo y seguir cumpliendo nuestros deseos.

Le quiero por lo que es, por los grandes valores que me ha inculcado y por recordarme cada día que el AMOR incondicional lo puede todo.

¡Vale! Él también soñó en una ocasión despertar con dos mujeres en una misma cama.

Una que le dijera: -Buenos días, mi amor.
Y otra que le dijera: -Buenos días, papá.

Hay sueños que se cumplen hasta tres veces... 😉

Ése por el que mi corazón vibra, junto con el de su otra mitad, mi madre.
Quienes juntos me hicieron el mejor regalo: LA VIDA.
Y con ella, una identidad, por la que hoy sigo luchando.


Alguien tan especial como para poder enseñarme, que el objetivo es bien claro.
Lograr ese estado de amor y felicidad, por el que fuimos creados.


FELIZ DÍA DEL PADRE


Para los que están e incondicionalmente, nos siguen apoyando.
Para aquéllos que se fueron y siguen vigilando nuestros pasos, allá desde el cielo.
Y para aquéllos que serán,
por el amor que están generando, 
por su paciencia, valentía y entusiasmo.




sábado, 12 de marzo de 2016

12 años después

De aquel trágico día poco podría aportar, que ya no sepa la gente. Mi recuerdo y mi luz, sin duda hoy van para ellos. Quienes aquella fatídica mañana de jueves, perdieron de un plumazo sus vidas.

Personalmente, cada vez que me sorprende este 11 de Marzo, tampoco puedo olvidar su llamada. Si me permiten...
El reloj aún no había marcado las ocho y un sonido alarmante sacudía mi móvil sin compasión. No tardé demasiado en descolgar el teléfono, pero para ella, esos segundos se hicieron eternos. Aquel nerviosismo y justificada preocupación, de quien desde el otro lado me preguntaba, me impidieron reconocer de quién se trataba.

-¿Estás bien? ¿Estás bien?- Repetía una y otra vez sin pausa y sobresaltada.
Yo intentaba calmarla, pero su acelerado ímpetu por saber, no me ayudaba.
-Pero dime… ¿estás bien?- ¡Aquella voz continuaba tan alterada, que ni siquiera podía escuchar mis palabras!
-¿Quién eres?- Pregunté por segunda vez con voz temblorosa y estremecida, después de oír como por la suya, se le salía el alma.

A esa voz que aún seguía sin identificar, solo le acompañaba un número fijo y extenso, desconocido entre mis habituales llamadas. No provenía de mi casa, ni de ningún otro lugar que en ese momento incierto recordara...

-¿Cómo qué quién soy? ¿No me conoces?- Exclamó a voz en grito, entre un estado de ansiedad e intranquilidad imposible de controlar. Ese estado capaz de sacarte de golpe de un entorno, que luego se vuelve ausente por la angustiosa noticia, causante de una gran consternación a una mañana recién estrenada, hizo que ni siquiera entonces, reconociera su voz.
-¿Quién voy a ser?- Exclamaba con el corazón en un puño. -¡Soy tu hermana!
En su caso y como en el de muchos compañeros, fue un profesor de la Universidad, quien les anunció el trágico suceso.

Ésa que me llamaba desde Córdoba y que, con su gran dolor, consiguió que me desencajara… Mi hermanita del alma, la última que llegó a la familia, pintando nuevas sonrisas en nuestras caras.

-Marina… ¡Estoy bien!- Asentí varias veces (hoy una, no era suficiente) mientras amarraba más de cien lágrimas que a toda prisa, se agolpaban en mis ojos.

La voz de mi pequeña hermana, fue esa voz primera, la que tal día como hoy me aclamaba con tono triste y desolado, la que seguiría escuchando, después de tantas otras, durante aquel inolvidable día.

Al colgar el teléfono, después de aliviarle con mis noticias, me derrumbé por completo. Fui incapaz de retener todas esas lágrimas que empujaban fuerte desde dentro. Y aunque seguí viendo por TV continuas imágenes demoledoras, aquella voz de mi hermana, aquella llamada, no sé si debiera… pero fue para mí, lo más conmovedor de una larga, cruel y nefasta jornada.

Aquella pequeña niña que aplaudía sonriente, tras soplar las dos velas de su tarta, frente al calor de su familia y al de una ardiente candela. Aquella niña a la que mi abuelo metía en una caja de cartón abierta, enganchada a una cuerda, de la que él contento tiraba, para jugar a pasearla. Aquella niña que tan rápido fue creciendo, a la vez que cumplía sueños. La que hasta ahora, de mi familia, ha llegado más lejos, incluso armándose de valor para cruzar océanos… Aquella misma niña era, la que salió de clase corriendo aquel 11 de Marzo de 2004, en busca de un teléfono para poder localizar a su hermana mayor, después de escribir en la pizarra un profesor: "Gran atentado terrorista en Madrid, decenas de víctimas en Atocha."

Tras esa imborrable llamada de teléfono que al volver a recordar hoy, lloro, pude sentir todo ese amor custodiado que, como pocas, se empeña en guardar con recelo bajo llave, en un corazón enorme que palpita de vez en cuando más fuerte y rápido que el de otra mucha gente.
Esa llamada me regaló la vida. No el hecho de no haber subido a un tren, como hasta el día anterior por trabajo hacía, desde esa misma estación de Atocha. Sino esa llamada de mi hermana y lo que sin darse cuenta exclusivamente traía; Eso que me contó su voz y que con palabras, nunca se atrevía.

Valora la vida que se te ha otorgado por gracia divina y ama cada instante que aún respiras.
Porque será en un tren, en un avión, por carretera, resguardados bajo un techo o a pleno cielo descubierto. Son tantas las formas y los lugares donde, esa temida y fría dama con quien algunos sueñan de negro, nos espera...

Por todas las víctimas y sus familiares.
Y por todas las historias que este día encierra; Las que ya permanecen dormidas y esas otras que despertaron, cambiando vidas.



martes, 8 de marzo de 2016

Las distancias más importantes no son físicas, sino emocionales

Esa persona se alejó de ti.
Inevitablemente piensas: "Su amor se esfumó, ya no me quiere, todo perdió su sentido...".

Pues hoy quiero contarte algo y puede que con ello, reflexiones.

A menudo, las distancias que ponemos los seres humanos, son más físicas que emocionales. Curiosamente son las menos dolorosas y más fáciles de gestionar, a la hora de querer ordenar sentimientos e ideas cuando de relaciones confusas, estancadas o ahogadas se trata.

Me gusta recalcar que debemos confiar en la vida y en lo que tras ella nos espera y para muchos, en estos momentos se esconde. Deja que todo fluya como debe, sin provocar dramas en tu interior, sin presiones...

Cuando una relación sincera nace, da igual el viento que la envuelva o cuantas lunas la abracen, terminará brillando para ti siempre de la mejor manera.
Y recuerda que ninguna de ellas, dejará de traernos al final ese refuerzo positivo que seguramente necesitamos. Algo que cada vez aprenderás a ver con mayor claridad y menor esfuerzo.

El amor no muere, si acaso transforma los sentimientos de algunas personas hacia otras.
El amor es eterno desde cualquiera de sus comienzos.

Así mismo comienzas a aceptar que esa persona ya no es para ti, cuando tomas conciencia de la ilusión que has estado viviendo (sin ver más allá de tus miedos) y empiezas a encontrar respuestas a todas esas dudas existenciales que durante toda una vida, te fuiste planteando con el paso de los años y experiencias vividas. Cuando descubres el vínculo o lazo emocional que te une a esa persona y a partir de ahí, comienzas a percibir una realidad de la que, hasta ahora, no habías sido completamente consciente.

Entonces, con amplia certeza en ese amor infinito, sorprendentemente eres capaz de acariciar cualquier distancia que pueda establecer entre su corazón y el tuyo.

Ya no hay separación que consiga desmoronar tu mundo interior... Ya no hay distancias.

Porque esa paz que ahora habita en ti, 
día a día te ayuda a mantener firme,
incluso el más complejo de tus Universos.