lunes, 29 de febrero de 2016

El eterno buscador

El eterno buscador se posó en mi cielo
a falta de la luna, mostrándome tímidamente medio corazón.
Pudo conquistar mi alma, con tan solo una mirada
y con media sonrisa, una tarde,
al fondo de su precipicio me lanzaba.

El eterno buscador se coló en mis sueños por descuido.
Con escurridizas palabras y mostrando su más dulce rostro,
me subió a su cielo, para luego bajarme de él.
Un eterno buscador de quién sabe qué
y no consigue nunca hallar…

Me ofreció su morada, sin saber
y al siguiente amanecer,
volvió a serle fiel a su nombre.
En las puertas de su corazón
me regaló su más preciado secreto,
ocultando su moneda de cambio.
Alejándome de su verdad…
disfrazó en tan solo un desayuno una ilusión
y horas más tarde, sus sentimientos, por su propia ventana
se volvían a escapar.

El eterno buscador experimentó en un momento, con mis palabras,
como un inocente sueño, puro y sin maldad, puede jugar.
En la oscuridad, así me pidió insistente, acariciar mi alma.
Al instante, saboreó la dulzura de lo bello en la mañana.

El eterno buscador paseó conmigo
sentimientos de corazones cosidos
y un testigo en cada esquina
era cómplice de aquel encuentro ciego,
entre distintas historias fugaces, que luego iría arrojando
por las céntricas calles desiertas de su gran ciudad.

Ahora se levanta cada mañana,
escribiendo silencios entre las personas...

Un eterno buscador para siempre
y una ingenua mariposa
que a ciegas voló feliz de madrugada,
soñando con su mágico aleteo,
poder cambiar a este eterno buscador
tal nombre.

Esperando todo de nadie, esquivando relaciones a diario,
cambiando así una invisible burbuja, por un mundo de cristal,
en el que solo él (grande y pequeño)
tienen espacio para respirar.

El eterno buscador así escribió otro capítulo,
de noche en su vida, para seguir descubriendo en soledad,
hacia dónde le conducirá
su desconocido eterno camino.
Haciendo honor a su alma en penumbra,
decidió temer alumbrar, algún día otra alma.
Dedicándose a borrar cualquier posible ilusión,
que ose calentar
el corazón de su cama.


Vídeo en Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=PsjDaDKd2lU



martes, 16 de febrero de 2016

Y hubo quien...

Hubo quien me vio, sin lograr mirarme.
Quien me observó y concluyó recreándose.
Quien estando conmigo, no supo entenderme.
Y quien sin estar, me comprende.

Hubo quien me conoció, sin apenas esforzarse.
Quien me reconoció y por absurdos miedos a defraudarme,
ni siquiera intentó quedarse.

Hoy hay quien me mira y no se atreve.
Quien a lo lejos me ve y consigue acercarme.
Y quien estando cerca, la distancia mantiene.

Hay quien solo seguirá observando,
conservando su interés.
Y quien al conocerme, mirará hacia otro lado
al descubrir por sorpresa, lo que reside en él.

Finalmente permanecerá a mi lado,
quien como yo y contra sus miedos haya luchado,
librando la tenebrosa batalla entre su ego y su ser.

Pues aquél que no encuentra en mí su lugar,
tampoco el suyo tiene claro y poco a poco, se irá alejando,
para ordenar los olvidos, recorrer a tientas caminos
y reestructurar su presente, con los posibles de ayer...



lunes, 1 de febrero de 2016

GRACIAS

Gracias por dejarte ver, cuando miro el Sol.
Por ser el movimiento en las hojas,
cuando fuerte el viento sopla.
Por ser gotas de lluvia,
cuando llega la tormenta.
Por ser dulce canto
de un pájaro que asoma
y trae paz a mi rutina diaria.

Gracias por estar conmigo, cuando nadie me acompaña
y entenderme, cuando a los demás se les complica.
Gracias por dejar que sea tu hombro, mi mejor apoyo
cuando más débil me siento.
Por amarme, cuando nadie más sabe hacerlo.

Gracias por abrirme una ventana,
allá donde antes me cerraron una puerta.
Por ser música en el alba, cuando solo hay silencio
y tibia esperanza, en los rincones inundados
del desasosiego.

Gracias por ser salvavidas, cuando desafía
la corriente de un río bravo.
Por ser la mano que enjuga mis lágrimas,
ser lienzo donde pintar mis cuadros.
Inspiración a oscuras, adiestrando mis manos...
Y esa intuición que fiel guía mis pasos.

Gracias por ser belleza, en medio del caos.
Por ser niebla en sendero incierto
y lucidez, en el camino correcto.
Gracias por ser paño que limpia mis desconciertos,
por ser alivio en mi nostalgia
y amor, en vez de odio,
cicatrizando heridas del alma.

Gracias por ser anestesia para mi ego.
Por ser esa sutil fragancia,
seduciendo la ofensa de mi adversario.
Y la máscara que cae, cuando la envidia
decide elevarse a lo más alto.

Gracias por ser guardián de mis sueños,
intérprete de mis silencios
y hoguera para mis miedos.

Por todo eso y más,
cada noche te doy las gracias.

(Publicado en Facebook el 03/02/2015)