No dejes mi cuerpo en blanco,
derrama tinta sobre este papel,
que las letras no son en vano,
que en tu mano, baila mi cordel.
Que un amanecer delirando,
será signo claro,
de tu ambigua evidencia
sobre mi ser.
Palabras no escritas
que nublan la vista
y queman la piel.
Huellas perdidas
que un hombre encuentra
siempre en una mujer...